lunes, 2 de mayo de 2011

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La luna.
Jaime Sabines!
La luna se puede tomar a cucharadas,
o como una capsula cada dos horas,
es buena como hipnótico y sedante
y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama, 

para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas

1 comentario:

  1. Con este poema se reflexiono acerca del caracter plástico de la poesia y como un referente para la gestion de un proyecto pictórico.

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